bronceado

Cuando en verano nos tocan los primeros rayos de sol nuestro rostro adquiere ese “tono buena cara” que no tenemos en otra época del año y para recrear ese favorecedor efecto nacieron los polvos de sol o polvos bronceadores, esos polvos marrones con partículas doradas o nacaradas que proporcionan luz a tu rostro.

El problema que podemos encontrar en este producto es, como en todo lo que tiene que ver con el universo de la belleza, que abusar de él puede ser un error. Por lo tanto, te recomendamos utilizar un tono similar al de tu color de piel, no son autobronceadores, con ellos no vamos a intentar pasar de una tez blanca completamente a un bronceador como si hubiéramos estado un mes en el Caribe, el resultado no sería ni el mejor ni el esperado y es fácil que la piel tome un tono anaranjado que no es el adecuado.

Cómo y dónde aplicarlos

Lo primero de todo, no olvides hacerte con una brocha en condiciones. No necesitas una pequeña, ni una mediana de colorete. Es necesario que apostemos por una grande, que pueda abarcar cuanto más mejor, porque los polvos de sol deben aplicarse de forma global con el objetivo de que llegue  a más partes y el cosmético se unifique.

Aplícalo en las zonas que necesitas broncear, pero no de forma concienzuda. Se trata de trazar una línea horizontal, del lado que empecemos al que deseemos terminar, muy ligera. Así, el tono se irá unificando él solo, y no tendremos una zona demasiado maquillada.

Piensa en qué partes concretas de tu cuerpo te apetece broncear, y pasa un par de veces la brocha por ellas, ¡brillarás!

El verano ha llegado con fuerza este año y ahora más que nunca el after sun cobra un papel relevante para nuestra piel.

Todos tenemos claro lo importante que es tener un buen fotoprotector  pero, en cambio, se nos olvida con frecuencia la importancia de usar un buen after sun después de un atracón de sol.

El after sun es una crema hidratante que se encarga fundamentalmente de paliar la sequedad que el sol deja en nuestra piel pero además incorpora componentes calmantes y refrescantes.

La diferencia principal  entre una crema hidratante y un after sun es que este último ayuda a recuperar la piel del daño celular, aliviándola y previniendo los signos de envejecimiento prematuro.

Este producto ha cambiado a lo largo de los años, ya no sólo se encuentran los dirigidos al cuerpo si no que hay específicos para la cara y la fina piel del escote.

Su textura también ha cambiado siendo más suaves, con efecto frío, antiedad, en gel, en spray, bruma…con fórmulas y formatos de última generación para que el momento postsolar sea más llevadero.

Es un producto imprescindible cuando la piel se ha quemado, pero también se recomienda utilizarlo cuando la piel está más bronceada, ya que eso significa que ha habido una exposición a la radiación solar y el after sun consigue en este tipo de pieles repararlas y lucir un bronceado más duradero.

Entres sus ingredientes se encuentran:

-Aloe vera, caléndula, alantoína…que se encargan de calmar y refrescar, por eso al aplicarlo sentimos esa sensación tan grata de frescor.

– Ingredientes anti-aging, que luchan contra la aparición de arrugas precoces.

– Ingredientes hidrantantes, que logran que la piel se mantenga suave, flexible, elástica y preparada para un nuevo baño de sol.

Aplicación

Para sacar el máximo partido al producto, es importante aplicarlo después de una buena ducha que elimine los restos del fotoprotector, así como restos de sal, arena o cloro.

Nuestras recomendaciones van desde los más tradicionales (pero efectivos)…

1.-Ecran After sun Leche Calmante Hidrantante 2.- Delial After Sun Leche Hidratante Calmante 3.- Nivea Sun After Sun Locion Hidratante 4.- Babaria After Sun Efecto Hielo.

…hasta los más innovadores (en cuanto a formato y/o textura)

1.-Ecran After sun bajo la ducha 2.- Sensai soothing After sun emulsión 3.- Ecran After sun spray reparador intensivo 4.-Delial gel After sun 5.- Clinique After sun 6.- Ecran After sun aceite reparador.

Imagen | Nivea